El tema a tratar hoy, es la diversidad en el Aula, tema que actualmente está cobrando un papel primordial en todos los colegios, ya que las aulas de todos los centros cada vez cuentan con más alumnado de diversas ideologías, razas, religiones, etnias, culturas,…
¿Debe presentársenos esto como un problema? ¿Debemos asustarnos que nuestros hijos puedan llegar a ser amigos de un niño de otra raza? ¿Debemos ser prejuiciosos porque los amigos de nuestros hijos tengan costumbres distintas a las que tenemos nosotros? La respuesta a estas preguntas es en todo caso NEGATIVA, ya que la convivencia de nuestros hijos con niños de otras culturas, razas, religiones, debemos verla como algo bueno, pues estos niños pueden enseñar muchas cosas nuevas a nuestros hijos, pueden aportar valores muy positivos como la honestidad, la gratitud, la superación, …, valores que a día de hoy se están perdiendo apresuradamente en nuestra sociedad y que debemos conservar.
Tampoco debemos permitir que nuestros hijos discriminen a un niño por carecer de alguna de las condiciones psíquicas o físicas, pues estos niños son personas, que con la preparación y dedicación suficiente, podrán llegar a ser tan buenos como los nuestros. El simple hecho de que nuestro hijo comparta su merienda con un niño de raza asiática, o africana, o con una minusvalía debe ser motivo de alegría para nosotros, pues es ahí cuando estaremos comprobando que nuestro hijo ha adquirido un nuevo valor: el de compartir. Por último, debemos pararnos a pensar en qué se diferencia cualquiera de estos niños, de cualquiera de los nuestros, tan sólo encontramos diferencias físicas en sus rasgos o color de piel, y diferencias en el ámbito credencial, cultural, indumentario o consuetudinario. Pero en lo realmente importante, en sus sentimientos y en sus valores como personas, no existe diferencia alguna.
